País de mineros


Publicado en TalCual el jueves 10 de diciembre de 2009

"¿Caminamos en los bosques o son los bosques/ junto a sus pájaros/ lo que oscurece en nosotros?" pregunta el poeta caraqueño Gustavo Valle. El escritor radicado en Buenos Aires pasó fugazmente por su ciudad natal a cumplir compromisos familiares.
Pronuncia el argentino "quilombo" o el español "vale" sin percatarse de que esos modismos no pertenecen al chamo que alguna vez fue. Es egresado de la escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, con estudios de doctorado en Literatura Hispanoamericana en la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente colabora con la revista Ñ, suplemento literario del diario Clarín. Además, es autor del blog The Cuatreros. Ha escrito guiones de cine y ensayos. Ha publicado dos libros de poemas, uno de crónicas y la novela Bajo tierra.
Esta obra, que comienza con el terremoto de Caracas de 1967 y termina con el deslave de Vargas en 1999, ganó el premio de novela Adriano González León en 2008. Describe una historia que sucede debajo de "una de las ciudades más sucias, caóticas y ruidosas del mundo".
-Ha escrito poesía, ensayos, crónicas de viajes, guiones de cine y una novela. ¿Cómo es el proceso para trabajar en varios géneros?
-Es algo que no tengo claro, creo que es una consecuencia directa de mi curiosidad lectora. Soy lector de poesía, cuentos, novelas, ensayos y crónicas. Quizás el paso por la escuela de Letras fue lo que me hizo despertar esa diversidad, pero tengo mis etapas. Cuando publicaba poesía leía mucho más poesía, cuando escribía crónicas leía crónicas y ahora leo más novela. Creo que no ha sido un salto de una cosa a otra, sino una consecuencia de mis gustos de lector. También escribí dos guiones de cine y durante dos años estuve viendo muchas películas. Ahora me interesa mucho más la ficción narrativa para pensar y representar historias.
-¿Pero lee al mismo tiempo varios géneros o varios libros de un mismo género?
-Sin duda, pero proporcionalmente antes leía mucha más poesía de la que estoy leyendo ahora.Creo que en el fondo le tengo más respeto a la poesía.
-­¿Para leerla o publicarla?
-Para publicarla, antes me abocaba mucho más. Ahora espero el momento en que aparezca. Tengo algunas cosas por ahí que no tengo ninguna prisa en publicar o trabajar. Creo que con el tiempo la poesía la he sentido como un poco más amarrada a algún momento de mi vida desde el punto de vista expresivo y hoy en día trato de vaciar esa inquietud poética en la representación de un discurso narrativo.
-En Materia de otro mundo, publicado en 2003, hay una representación de las cicatrices, las heridas, el cuerpo que se descompone. Por lo general los escritores reniegan de su primer libro, ¿en qué año fue escrito?
-­Fue totalmente escrito en 1998, de todo lo que he escrito es el libro más insular. Fue escrito de un sopetón en Madrid en dos o tres meses. Antes de yo trabajar ese libro, tenía varios poemas que fueron incluidos en Ciudad imaginaria, el libro posterior. Materia de otro mundo, a pesar de ser mi primer trabajo publicado, no es el de mis primeros poemas escritos, tiene un estilo de escritura que creo no he retomado, no es que no me reconozca pero me resulta enigmático de dónde salió ese libro. Después viene La paradoja de Ítaca, usa la imagen de Kavafis para un libro de viajes. ­Todo inmigrante, todo persona que sale de su país sabe que después que regresa esa Ítaca que se deja no es la misma, es otra ciudad, otra realidad, otra gente con otras emociones.
-"Cuando muere una ciudad imaginaria/ algo muere en la ciudad en que vivimos", escribió en el poema que da título a su libro Ciudad imaginaria. ¿Cómo es cada regreso a Caracas?
-Cuando uno vuelve la ciudad es idéntica y al mismo tiempo cambia, cuando llego a Caracas siento que no me he ido, pero al mismo tiempo cada vez que hablo con alguien siento que hay una brecha que no viví con ellos.
-¿Y qué tanto sirve eso en la escritura?
-­Sirve en la medida que puedas utilizarlo. No creo en esa frase común de que la distancia permite ver mejor las cosas, como todo eso tiene una ventaja y una desventaja, puedes ver algunas cosas que estando medito dentro de la turbulencia, pero se pierde el detalle de las emociones, las noticias, el ánimo de las personas. Una de las cosas que me sorprende es el ánimo más iracundo, sentí que la ciudad había ganado en mal humor, una angustia que no había vivido tanto o que quizás había olvidado.
-En su primera novela, Bajo tierra, explora la Caracas subterránea, el Metro, los indigentes, las cucarachas, las ratas, la mierda. ¿Cree como se lee en la obra que todo eso que los caraqueños no queremos ver sólo sale a flote en las tragedias naturales?
-Eso pasa en cualquier ciudad y es también un tópico de la historia de la literatura. El Hades, el inframundo, todo lo que está bajo nuestros pies es un símbolo del mal, no es nada nuevo, pero soy de los que piensan que Venezuela es una nación de soldados y mineros. La minería es extraer de las entrañas de la tierra algo que te va a dar un beneficio. Creo que el país tuvo una operación para no identificar como minería a la industria petrolera. En la imaginación más inmediata la minería es la extracción del carbón, los diamantes y el oro, pero para los venezolanos no, el petróleo no es eso sino una industria con edificios. Tenemos una cultura de mineros cuando descubren algo y lo despilfarran para esperar otra nueva veta. Lo subterráneo me ha llamado la atención por ese lado y porque soy hijo de un ingeniero que vivió perforando los suelos de Caracas.
-¿Percibe que la polarización política llegó al mundo de los escritores?
-Sin duda, cuando yo vengo a Caracas, que vengo entre otras cosas a comprar libros, tengo que hacer dos tours, uno por las librerías oficiales y otro por las privadas, creo que los escritores de un bando y de otro no se leen mutuamente.

-¿Para qué sirve un blog?
-No lo trato como bitácora personal, sino como un lugar donde coloco mis artículos que he publicado en otra parte, o notas que si no han sido publicadas igual fueron escritas con ánimo de que fueran publicadas. Yo no veo el blog como un nuevo género literario o algo así. Me gusta jugar con las imágenes, ser una especie de autoeditor.

Obra publicada

Matería de otro mundo (2003) poesía
La paradoja de Ítaca (2005) crónica de viajes
Ciudad imaginaria (2006) poesía
Bajo tierra (2009) novela

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