Versos de moral etérea


Publicado en TalCual el lunes 8 de diciembre de 2008



Los versos de Eleonora Requena no pudieron contenerse en las páginas de Ética del aire y abarcaron todos los espacios de la librería Lectura de Chacaíto el pasado sábado al mediodía. "No avizores, no te líes,/ no te mientas, no demandes,/no enumeres,/ no reiteres, no te culpes/ si estás feliz, /si estás severamente triste" leyó en voz alta el poeta Rafael Cadenas durante la presentación del libro, editado por bid & co. editor, que contiene dos poemarios de Requena: Ética del aire, que da nombre al volumen, y Mandados, ganador en 2000 del premio de la V Bienal Latinoamericana José Rafael Pocaterra, mención poesía.
Las palabras flotaron, como minutos después lo harían las burbujas de jabón con las que culminó la ceremonia, ayudadas por la voz del poeta Cadenas: "Cuida al corazón/ de los desfiladeros,/ de caer en el precario/ goce de caer/ en los desfiladeros,/ cuida al corazón/ profundo de caer/ piedras abajo,/cuídalo/ de los tropiezos,/déjalo/que caiga/ sin remedio". Minutos antes, Harry Almela, antiguo editor de la Liebre Libre y también poeta, recordó que durante su labor de jurado en la Bienal José Rafael Pocaterra fue sorprendido por los versos de Requena. "Pensé que era de una escritora extranjera, porque rompía con todo lo escrito por mujeres en el país".
Almela rememoró que después que algunos de los versos de Requena fueran publicados en Papel Literario, el desaparecido Salvador Garmendia escribió una nota llena de elogios a la poeta. Este texto, junto a otro del propio Almela, forma parte del epílogo de Ética del aire. También trajo a la memoria que durante la presentación de Mandados, "durante una de las ferias del libro de antes", estuvieron presentes Elizabet Schön, Eugenio Montejo y Rafael Cadenas "premios nacionales de literatura".Acontecimiento poco usual, tomando en cuenta que "apenas" era el segundo libro de una joven poeta.
Requena nació en Caracas en 1968, desde su primer libro Sed, editado por Eclepsidra hace diez años, se convirtió en una de las protagonistas de la poesía femenina que irrumpió en la literatura venezolana a finales del siglo pasado. Sus poemas forman parte de las antologías Las voces de la hidra, la poesía venezolana de los años 90 y El hilo de la voz, antología crítica de las escritoras venezolanas del siglo XX.
Además ha publicado Es de día (2004) y La noche y sus agüeros (2007), ambos editados por El Pez Soluble. También ganó el Premio Italia 2007 para la poesía en el certamen "Mediterráneo y Caribe", auspiciado por el Centro de Poesía Contemporánea de la Universidad de Bologna.

El otro en la poesía amorosa
Almela explicó que un poema amoroso sólo puede presumir de serlo si se mueve entre dos espacios: el del acontecimiento y el del sentido. El primero, "ocurre en el poema como cosa vivida, y pertenece a la experiencia del sujeto hablante en ese desplazarse hacia el otro". El segundo, sucede "en la poca o mucha capacidad que tenga de convertirse en sentido para el lector. Cosa que sólo puede ocurrir gracias al sobrenombre, o la sinécdoque, figura retórica donde una parte de algo es usada para representar el todo o, viceversa, donde el todo es usado para representar una parte".
Según Almela, el centro del poema amoroso no es el sujeto que canta sino el ausente, pero también el lector: "recreador del imaginario expresado ahora en palabras, desprendidas ya de la experiencia que lo motiva". A su juicio, en Ética del aire se mueve "la hendidura que queda entre el espacio del acontecimiento y el espacio del sentido".
Requena tuvo palabras de agradecimiento para el editor Bernardo Infante Daboín, por arriesgarse a la publicación de libros de poesía; para Cadenas, por la generosidad de leer sus poemas y acompañarla; para Almela, por estar siempre motivándola a escribir y ser un "tutor"; para "Salvador Garmendia, el gran ausente", por las palabras que la estimularon a seguir explorando el camino de la poesía; y para el poeta y científico Jesús Alberto León, quien fue al autor del texto de la contratapa, donde afirma que: "En esta poesía se advierte que no hay lugar. La remota pedagogía del aire, los giros titilantes de los pájaros, sólo ofrecen enigmas elusivos: ningún resguardo para el desmedro. El desamparo, el trémulo riesgo, la intemperie, son las certezas prometidas, las quemaduras inevitables de un erotismo herido que es doliente gozo, jadeo que gime bajo el aliento, en el borde mellado de la respiración..." Ya el aire de la librería Lectura, espacio dirigido por Walter Rodríguez y ubicado en el sótano del Centro Comercial Chacaíto, estaba repleto de los versos de Ética del aire, pero eso no impidió que Requena cerrara el evento leyendo el poema "Kit de palabras conjuro para sacarte de mi cabeza": "sacacorchos, tirabuzón, tachadura/ eclipse de sol, raticida, licor, disolvente,/ ángel exterminador, papelera, catapulta,/ armadura, congelador, tippex, jabón/espadrapo, delete, delete, se acabó".

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