No te muevas

A los pistoleros no les gusta el movimiento 

La Ciudad de México, superpoblada, contaminada y caótica, se encuentra sobre las ruinas de la antigua capital del imperio azteca, Tenochtitlán. En 1521, el conquistador Hernán Cortés decidió destruir todos los templos y monumentos dedicados a los dioses precolombinos. Los aborígenes no pudieron preservar sus tradiciones, costumbres y ritos. La única opción era convertirse al catolicismo. Los esclavos africanos también padecieron las injusticias, sólo encontraban la libertad en sus recuerdos. Disfrutar de sus ceremonias y bailes estaba prohibido por los conquistadores.

La decisión de Cortés debe influir sobre las personas que destierran de la historia musical de Cuba a Celia Cruz, así como en aquellos que critican la presencia en Estados Unidos de los músicos cubanos que sobreviven en la isla. Negar todo el canto y baile de la guarachera de América es tan ingenuo como decir que los versátiles músicos de Irakere son agentes entrenados por Fidel Castro. Algo, que todavía no conocemos, deben saber los políticos de La Habana y de Miami sobre las consecuencias del baile libre y sin ataduras.

El baile es cada vez más condenado por los enemigos de la libertad, ese ejercicio de imaginación, sensualidad y destreza es peligroso para quienes odian. Quizás por eso, la integrante del legendario Ballet Nacional de Georgia, Gvanta Sherguelashivili, encontró la muerte en Barquisimeto. El gobernador del estado Lara, Luis Reyes Reyes, recomendó que nadie se moviera. La solución contra el hampa desbordada es que nadie salga de su casa, que no vengan turistas, que no se presenten espectáculos. Caminar, bailar, moverse, son ahora la causa de la delincuencia. Extraña explicación de un funcionario que está en el cargo por sus aventuras en el aire durante el show aeronáutico del 27 de noviembre de 1992.

El movimiento de caderas de Shakira es un peligro para la paz mundial, la cantante colombiana de ascendencia libanesa excluirá de sus futuras presentaciones la tradicional danza árabe que ha popularizado entre millones de niños y jóvenes. Según las compañías discográficas, en tiempos de guerra contra el terrorismo lo mejor es estarse quieto. Este baile es contrario a los objetivos militares de la Casa Blanca. Dicen que el presidente argentino, Fernando de la Rúa, solicitó a su hijo que le prohíba a la colombiana esos sensuales contoneos en la intimidad. Ya lo dijo Bush: "O se quedan quietos o están con el terrorismo".*

Las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia comprenden que bailar atenta contra el tipo de sociedad que ellos promulgan. "Bailar es el opio de los pueblos", podría decir el vocero Raúl Reyes. Promocionar el vallenato entonces es un delito. El castigo es el secuestro y terrible asesinato de la ex ministra de Cultura Consuelo Araújonoguera. En la zona de distensión no hay espacio para el movimiento. La Tierra está en peligro. Ese baile de rotación y traslación es sospechoso. Sólo quien está quieto sobrevive, por eso los que portan pistolas gritan: ¡Quieto, no te muevas!

* "O están conmigo o están con el terrorismo" fueron las palabras textuales de George W. Bush.

Publicado en el diario El Nacional de Caracas el 14 de octubre de 2001.